El castigo de Sísifo

El castigo de Sísifo

En “La Odisea” Homero cuenta que en el infierno Sísifo fue obligado a cumplir un castigo: empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada. Antes de que alcanzase la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia abajo y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio, una y otra vez. Lo más doloroso del castigo no es que Sísifo hubiera puesto esfuerzo en el trabajo o el cumplimiento de su condena. Lo más frustrante es hacer una y otra vez lo mismo, repetidamente, sin sentido, sin saber cual es el objetivo y sin reconocimiento.

¿Cuántas veces, en los trabajos no sabemos para qué hacemos lo que hacemos, sin reconocimiento y repetimos una y otra vez lo mismo?

El más cruel de los castigos, es la exclusión del otro. El no reconocer su individualidad.

En un sentido inverso en la cultura sudafricana, el Ubuntu es una cuestión ética de cómo tratar al otro, en palabras del clérigo Nobel de la paz Desmond Tutu:

“Una persona con ubuntu es abierta y está disponible para los demás, respalda a los demás, no se siente amenazado cuando otros son capaces y son buenos en algo, porque está seguro de sí mismo ya que sabe que pertenece a una gran totalidad, que se decrece cuando otras personas son humilladas o menospreciadas, cuando otros son torturados u oprimidos”

Cada vez que damos un sentido al trabajo del otro, le damos oportunidad de crecer y progresar, de interesarnos realmente por su bienestar, estamos ejerciendo nuestro liderazgo magnánimo.

Pelearnos contra nuestros propios demonios y triunfar sobre ellos, es tener la humildad para reconocer nuestras zonas oscuras. .

Alivianar nuestros recelos, y aplacar nuestras ambiciones. Son necesarias para trabajar en equipos de alto desempeño

Cuando miramos solo los resultados y descuidamos la dimensión humana. Tenemos menos “Ubuntu” y mas Sísifo.

Condenar a otro a ser objeto del trabajo, sin cuidar su aporte individual es alienarlo, es darle una deslucida entidad.

Volver y otra vez sobre estos pasos, nos lleva inexorablemente a deshumanizar nuestro rol de gerentes. Necesitamos detenernos sobres los procesos, luego analizar las consecuencias y tomar acciones correctivas para cambiarlas.

Escrito por Victor Raiban