Decisiones efectivas e impecables vs decisiones populares
Cuando debemos tomar decisiones que afectan a los intereses de otros, que son vistas como antipáticas y nos alejan de la aceptación y popularidad que tienen los empleados sobre nuestras personas, ¿cómo plantearlas? ¿Cómo tomar esas decisiones difíciles pero necesarias para la compañía y seguir siendo el líder que soy para mi gente?
Algunos ejemplos de decisiones difíciles pueden estar relacionadas con: el despido de gente, el pago del bono anual, la calificación en la guía de desempeño, un ascenso, postularse a otra posición… y así podríamos seguir enumerando.
Me gustaría que el lector nos diera más ejemplos de su trabajo y nos cuente como hizo y si logró atender el objetivo de efectividad e impecabilidad sin perder popularidad.
El Dalai Lama, en el libro La senda del líder que coescribió con Laurens van den Muyzenberg, comparte su perspectiva sobre cómo mejorar la calidad de una decisión y cómo lograr estar en paz con ella.
“… para mejorar la calidad de las decisiones que toman, los líderes tienen que mejorar su mente, si deciden mejorar su mente se dirigirán hacia una vida más feliz. Para tomar decisiones justas se debe pensar justamente, y para pensar justamente hay que meditar cada acción previamente. Para estar seguro que esta decisión está basada en una intención justa y tiene una motivación justa. Para ello nuestra mente tiene que en lo posible estar en estado de consciencia pura alejada de las emociones negativas, como la ira, la desconfianza, el temor o los celos…”
Escrito por Víctor Raiban para Puerto Managers
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