9 Estrategias para combatir la depresión en quienes buscan empleo
Frustración, ansiedad, temor, desesperanza, angustia, desvalorización, pesimismo… son experiencias anímicas que suelen acompañar a los ejecutivos que están sin trabajo. Como tsunamis que arrasan con todo, nuestros estados anímicos pueden convertirse en enemigos de las posibilidades que se nos presenten y obstruir el recorrido de nuestro camino hasta el próximo empleo. ¿Cómo puedo prepararme para cuando llegue el momento de la próxima entrevista?
En CIO.com, encontré una lista de sugerencias, de las que tomé 9 para comentar aquí:
Mantener una rutina: Al perder el trabajo se pierde también muchas de las cosas con las que estructuramos nuestra vida cotidiana. La sugerencia es considerar que ahora el trabajo es buscar trabajo, y empeñar en ello 8 horas al día, 5 días a la semana.
Hacer ejercicio físico: Aporta a la autoestima y al adecuado manejo del estrés.
Mantener un diario de búsqueda: Tener un diario no ayuda a conseguir trabajo pero aporta a mantener el foco. Llevar un registro del historial, experiencias, reuniones de networking, entrevistas, como una bitácora de viaje, permite reflexionar sobre el proceso de búsqueda para ir aprendiendo en el camino.
Realizar networking y estar socialmente activo: Aquí quiero detenerme un poco, y comentar una experiencia de la red LinkedIn. Hay quienes sienten vergüenza de actualizar su perfil e incluir que están en búsqueda de un empleo. Esta decisión suele reducir las chances de aprovechar las oportunidades de búsqueda que ofrecen las redes. ¿Cómo puede el mercado saber que alguien está “in between jobs”, si no lo admite públicamente? La condición laboral no habla de lo que una persona es. Estar sin trabajo habla de la situación laboral transitoria, no de las capacidades o cualidades. Uno de mis contactos de la red LinkedIn encontró un puesto de gerente en el mercado farmacéutico a partir de entrevistas que se generaron dado que en su perfil dijo explícitamente que se encontraba encarando una búsqueda laboral.
Estar en grupos que lo ayuden: Para citar un ejemplo, en LinkedIn hay un grupo administrado por Oscar Canorio llamado Oportunidades Laborales (OLA). Dicho grupo mantiene charlas, debates y exposiciones presenciales y gratuitas que ayudan en todos los aspectos de la búsqueda laboral y también ofrece una Bolsa de Trabajo. Son momentos de sensibilidad y tormentas emocionales en los que juntarse con gente que está en la misma situación puede ser de gran ayuda anímica.
Participar de actividades productivas: Realizar por ejemplo, trabajos voluntarios en ONGs o escuelas. Hacer acciones solidarias, o benéficas suele ser una buena idea y muy terapéutica. Compartir grupos de estudios, concurrir a congresos o debates.
Buscar inspiración: Practicar meditación, escuchar música, leer… son alguna acciones que llegan al corazón. Dedicar también unos minutos diarios a relajarse y dejar por un instante la mente en blanco y alejarse de ese torbellino de pensamientos abrumadores, ayuda a experimentar paz interior.
Perseverar: Muchas veces la sensación de agobio, cansancio y dejadez puede ser letales en caso que la búsqueda se prolongue. No rendirse.
Pedir ayuda profesional: No esperar hasta último momento. Cuando la comienzan a darse los síntomas de una posible depresión, acudir a un profesional de la salud de inmediato.
Escrito por Víctor Raiban para el blog de Puerto Managers
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